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miércoles, 6 de abril de 2016

¿ QUÉ HAGO ANTE UN CONEJO CON LAGRIMEO Y/O QUE NO QUIERE COMER ?


Cuando un conejo no quiere comer y además le lloran los ojos, no sólo debemos sospechar de una enfermedad infecciosa. Lo primero que tenemos que mirar en la exploración física es el estado general del animal y de la boca. Además, si está correctamente hidratado, si el color de las mucosas es el normal, y si está en su peso ideal. Cuando nos encontramos ante un conejo al que le lloran los ojos, tampoco debemos pensar que está padeciendo una conjuntivitis u otra patología relacionada con el ojo propiamente dicho. En el 80-90 % de los casos, la causa primaria es un sobrecrecimiento dental. Puede existir una elongación de los incisivos o haber problemas en los molares (problemas que pasan inadvertidos, ya que es complicado visualizar las muelas en la boca de un lagomorfo).

 

La única solución para tratar este problema es la extracción dental, que no resuelve el problema en todos los casos, ya que hace falta extraer también el tejido germinativo que evite que el diente vuelva a nacer y, por desgracia, los dientes están creciendo durante toda la vida de los conejos.         
 
 
       
 
Ésta es la imagen de un conejo con lagrimeo. La zona de alrededor de los ojos está húmeda. Y si no mantenemos una higiene adecuada, puede originarse una dermatitis húmeda, que cursa con caída del pelo de esa zona, y que provoca molestia y picor, por lo que el conejo se rasca, y el problema va en aumento. Asimismo, la zona del párpado puede encontrarse  irritada.
 
 
He aquí un ejemplo. En esta otra imagen se aprecia una radiografía de un conejo al que le lloraban los dos ojos, y que no respondía al tratamiento con colirios. La causa principal de este problema es el crecimiento anómalo de las muelas.  Es esencial hacer una radiografía lateral bien posicionada para establecer un diagnóstico definitivo. La zona más blanca indica un aumento de densidad ósea, lo cual originaba una inflamación del saco lagrimal (dacriocistitis) con la consiguiente obstrucción del conducto naso lagrimal (es decir, el ojo llora y la lágrima rebosa porque no puede ser drenada con normalidad).
Además, no sólo puede haber sobrecrecimiento  de la raíz de los molares. Especialmente en los molares inferiores se forman pequeñas espículas que pinchan en la lengua y en la boca y dificultan que el animal pueda comer.
Otros problemas dentales típicos en conejos son los surcos en los incisivos con hipoplasia de la dentina (crecimiento anómalo que se exacerba con un corte erróneo en casa y que hace que la pulpa del diente quede expuesta al dañar el esmalte, con el consiguiente dolor).
Acude a tu veterinario para una primera revisión cuando incorpores a tu familia a uno de estos animales, para que sea él quien decida si hay que hacer limado de incisivos y determine si la dirección del crecimiento del diente es la adecuada. Sólo así podrás prevenir problemas que cursan con dolor y que llegan a ser muy graves.