EL PERRO GERIÁTRICO. PARTE I:
LA ARTROSIS Se trata de una enfermedad progresiva, crónica y dolorosa. Esto significa que no tiene cura pero que con un tratamiento adecuado el animal puede llevar una vida normal. La clave en el control de la artrosis esta en el control del DOLOR, ya que este impide al animal moverse con normalidad y la falta de actividad favorece la progresión de la enfermedad.
Los síntomas son fácilmente identificables:
- El perro cojea o camina con dificultad
- No puede levantarse con normalidad
- No puede o le cuesta subir y bajar escaleras, o del coche
- Está menos activo e interacciona menos con sus dueños
- Se lame continuamente la articulación que le duele.
Entonces, qué podemos hacer con un perro con artrosis?
1.- REDUCIR EL DOLOR: existen numerosos analgésicos y antiinflamatorios, pero los de última generación producen muy pocos efectos secundarios y tienen protocolos de administración muy cómodos.
2.- BAJAR PESO: es un punto fundamental, ya que muchos perros con artrosis tienen sobrepeso. Por eso el animal debe mantenerse en su peso ideal, sino las articulaciones se resienten más aun
. 3.- PROTECCIÓN ARTICULAR: existen dietas y alimentos complementarios que ayudan a reparar las articulaciones dañadas y a evitar un deterioro mayor.
4.- EJERCICIO: la actividad controlada, que solo es posible cuando el dolor se ha reducido o eliminado, es muy importante para que la enfermedad no progrese.
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